domingo, junio 25, 2006

Historia de este grupo de monstruitos


Esta es la historia de los mostrici, un grupo de monstruitos que se encontraron en una mesita de luz sin saber por qué. Primero la aventura y luego el destino les fue uniendo. Se fueron sumando hasta convertirse en un grupo comunitario. ¿Quiénes somos? La idea original comenzó con Chap, así la bautizaron tiempo atrás afectos cercanos, cuando escucho la llamada a comienzos del 2004 del otro lado del océano atlántico. Rumbo a Europa adoptó nuevamente ese apodo porque en las circunstancias en las que recobró la conciencia estaba rodeada de las miradas penetrantes de niños gitanos, que como juguete nuevo todos querían tener. Y así fue que con nueva conciencia, ¡nueva vida…! ahora estaba rodeada de los Alpes italianos. Una mezcla explosiva y energías desconocidas se empezarían a cruzar en la historia de Chap y de su nuevo grupo, que fueron armando poco a poco una visión particular del mundo. Chap, el Intelectual y Verdoso cruzaron la frontera francesa y llegaron a Valencia, España. Tarde como en tiempos de los antiguos viajeros cuando ya cerradas las puertas amuralladas de la ciudad los dejaban a la luz de la luna esperando el día siguiente. Se unieron luego Bichito, el Bocón, Francés Noel, el Guerrero, y la última adquisición del grupo, un curioso Salvaje de las Pampas acompañado de una sugestiva Serpiente. Este personaje es el último hasta el momento que ingresó al grupo. Porque ellos nunca saben cuando ingresará, como por arte de magia, otro integrante.
Sin embargo, algo sucedió al interior del grupo que poco a poco se fue diseminando sin perder la lealtad que los une como un hombre de mil caras pero con el mismo espíritu. Esa energía se quedó en la cima mirando las estrellas y la cara más bonita de la luna junto a los dioses, de vez en cuando baja y nos relata que hay del otro lado y otras tantas su recorrido  en forma de invenciones enredadas, la caja de los deseos, merecidas lecturas y extravagantes miradas sin perder la pincelada de inclasificables visiones poéticas.
En la primavera del 2010, una vez más, Chap volvió a cruzar las grandes aguas. En un sueño eterno con su compañero de aventuras y desventuras. Ahora en tierra latinoamerica, bajo cielo porteño.